UNA MORDIDA MORTAL
«Esta es la
sentencia que se ha dictado contra los animales del Néguev: Por tierra
de dificultades y angustias, de leones y leonas, de víboras y
serpientes» (Isaías 30:6).
Víboras y serpientes. ¿No te asusta eso? A mí sí, especialmente la parte de la víbora. Algunas víboras son muy venenosas.
Hay muchas
clases de víboras, pero la peor de todas es la víbora de la muerte. Esta
especie de vibora vive en Australia y se esconde debajo de las hojas y
las ramas durante el día. Sale durante la noche y se alimenta de
lagartijas y roedores. Cuando encuentra una lagartija se enrosca, se
lanza sobre su víctima y le clava los colmillos. El veneno que le
inyecta paraliza al pobre animal y hace que su sangre se espese. Eso es
terrible, ¿verdad?
Hay algunas
cosas en la vida que son iguales de mortales. Las drogas, los
cigarrillos y el alcohol pueden matar. Cuando estas sustancias entran en
tu cuerpo, te atrapan y comienzan a hacer un daño terrible en tu
sangre, tu cerebro y todos tus órganos.
Por eso es tan
importante tomar decisiones correctas sobre tu cuerpo. Si no puedes
pensar claramente, no podrás escuchar la voz de Dios hablándote a través
de tu conciencia.
Mantén las cosas malas fuera de tu cuerpo. No dejes que te «muerdan» y te alejen de Dios.